Original El Manto de Zarkon – Capítulo 48. Fuego y Serpiente
La pequeña figura del niño avanzó lentamente entre los árboles, con sus botas hundiéndose un poco en los centímetros de nieve que yacía en el suelo. Su cabeza estaba envuelta por la gruesa capucha, su cuerpo por la capa unida a ésta, y gran parte de su rostro lo cubría una manta negra que dejaba a la vista sólo la región de sus ojos; unos ojos pequeños y rojizos. En cada mano sujetaba uno de sus sables curvos, de hojas delgadas y brillantes, quizás demasiado grandes…